Gastronomía

El aceite de oliva virgen extra se ha convertido en el eje de la dieta mediterránea. Ya nadie niega el lugar privilegiado en el plano culinario, como uno de los ingredientes más interesantes por su amplio espectro organoléptico. Se ha convertido en imprescindible en vinagretas o escabeches; sorprendente en las emulsiones; sublime en la fritura; y reclama un lugar protagonista en postres y repostería.