Antonio García, natural de Almería, es un veterano comercial de la D.O.P. Aceite Sierra de Cazorla, que lleva el nombre de este sello de calidad allá por donde va y no deja de promocionar las bondades del AOVE y la máxima calidad de este producto. En esta entrevista reivindica el importante papel que juegan los comerciales y la necesidad de que se valore más el trabajo que desarrollan dentro y fuera de nuestro país.

Pregunta: ¿Cómo comenzó su vinculación con la D.O.P. Aceite Sierra de Cazorla?

Respuesta: Comencé en el año 1979 como comercial en el sector del aceite de oliva. Hace aproximadamente 20 años conocí a Juan José Guirado, de la marca Sensolive, que me habló maravillas de esta Denominación de Origen, y como es un sector que conozco bien, me interesé por promocionar y vender un producto de tan alta calidad como el AOVE de la D.O.P.

Tenía claro que quería un producto de calidad, con Denominación de Origen, porque es sinónimo de excelencia, de garantía, y el cliente al que logras vendérselo es un cliente fiel y que valora muchísimo la calidad.

P: ¿Qué papel juegan en la D.O.P. la figura del comercial, como usted?

R: Para mí la D.O.P. es la mejor carta de presentación de un comercial, por la calidad y por la garantía de un buen producto, de un producto excelente, que es lo que el comercial representa.

Sin embargo pienso que las Denominaciones de Origen y sus empresas tienen que invertir más en promoción y apoyar más al comercial, porque somos los mejores embajadores de cualquier marca, y el que piense lo contrario, está equivocado.

P: ¿Cómo es el trabajo de un comercial?

R: El trabajo del comercial, a día de hoy, y con la competencia que hay en el sector, es complicado, ya que lograr un cliente, un buen cliente, puede llevarte varios años de trabajo y, sin embargo, puedes perderlo en segundos, si fallas en la calidad, o a nivel administrativo… Es un trabajo complicado, que requiere de esfuerzo y de mucha paciencia.

Desarrollamos mucha divulgación de la calidad y del buen hacer de la empresa SENSOLIVE de la D.O.P., a través de catas a clientes finales, demostraciones, formación a equipos comerciales de los distribuidores o a las grandes centrales de compra, como acompañamiento comercial. Todo eso es un trabajo de fondo, cuyos frutos se ven después de años de trabajo y, por supuesto, de muchísima seriedad por nuestra parte y desde luego por parte de SENSOLIVE de la D.O.P.

Sin duda para que un equipo de ventas funcione tiene que tener una unión perfecta con las empresas. Por desgracia, muchas veces los cambios de las empresas no apoyan como es debido a la figura del comercial, con lo cual esa labor que has desarrollado durante años se puede ir al traste. Es necesario mantener una continuidad en las empresas con respecto a los comerciales.

P: ¿Considera que no se valora el trabajo de los comerciales?

R: Al productor final le falta visión comercial y en ocasiones las Fabricas no saben valorar nuestro trabajo, la importancia que es proyectar la imagen y la calidad de la D.O.P. a nivel nacional e internacional.

En este sentido creo que tenemos mucho que aprender del sector del vino y empezar a hacer marca; esa es la base principal para comercializar un buen producto.

Desde luego creo que desde la D.O.P. Aceite Sierra de Cazorla se está haciendo un gran trabajo, porque es un sello de calidad muy conocido, con identidad propia.

P: Recientemente se ha logrado introducir el AOVE de la D.O.P. Aceite Sierra de Cazorla en una gran cadena de supermercados a nivel Europeo, cuéntenos cómo ha sido el proceso.

R: Ha sido un trabajo de más de cinco años, de visitas, de contactar, de mucho esfuerzo, con ayuda de SENSOLIVE y de poner en el mapa a la D.O.P. y su nombre, porque en esta gran cadena no conocían nuestro producto, ya que es una cadena presente en España pero, sobre todo, en Francia y varios países de Europa, donde es verdaderamente fuerte.

Para hacer un cliente como este se requieren años, porque no es vender a granel, es vender un producto de máxima calidad. El problema de las grandes superficies es que suelen ir mucho a precio y tienen dos tipos de segmento: el producto de más calidad y el de menos, y por eso la competencia es dura.

P: ¿Qué papel cree que juega la DOP en la calidad del AOVE, en la cohesión de los municipios que abarca?

R: Es muy importante que una zona se vea representada bajo un mismo producto y con un sello de calidad, como es la D.O.P., lo que permite que esa zona pueda ser reconocida internacionalmente, solo por el nombre de ese producto.

Todos los municipios de la zona deben apostar por su producto, para seguir mejorando y proyectándolo al exterior.

P: ¿Cuál cree que es el objetivo fundamental de la DOP?

R: Sin duda darse a conocer, por su calidad y su buen hacer, y llegar al consumidor final con un producto de gran calidad. Y esto es muy difícil sin apoyo a los comerciales, sin asistir a ferias, tanto nacionales como internacionales; por ello vuelvo a insistir en el trabajo del comercial, en apoyarlo. Además de promocionar y dar a conocer a las marcas inscritas.

El sello de una D.O.P. tiene que ser para el consumidor final un certificado inequívoco de calidad.

P: ¿Cómo se encuentra actualmente el sector oleícola, desde su punto de vista?

R: A día de hoy la situación es complicada, fundamentalmente por la competencia y la desinformación que hay al cliente final. Hay que subrayar que el envasado no tiene nada que ver con el granel y no se pueden englobar en el mismo saco.

Por nuestra experiencia en la calle, hay poca gente que valora el AOVE, sin embargo el vino sí nos lleva ventaja en este sentido, porque han hecho muchísima promoción y han invertido mucho en este aspecto.

En el aceite hay que saber que no todo es aceite, que un virgen extra con D.O.P. nada tiene que ver con uno normal, por eso es tan importante la labor de las Denominaciones de Origen en cuanto a la promoción, la divulgación y la “educación” del consumidor.