En un año atípico, marcado por la escasez de lluvias, los agricultores de la Comarca de la Sierra de Cazorla coinciden en la preocupación por la presenta campaña oleícola, donde la calidad no se verá mermada pero la producción sí se verá afectada considerablemente.

La D.O.P. Aceite Sierra de Cazorla, en las estimaciones realizadas por sus técnicos, prevé una importante merma de la campaña, en cuanto a producción, “estamos planteándonos que podríamos estar en una horquilla que va de los 70 a los 100 millones de kilos de aceituna de producción en la Comarca durante esta campaña 2022/2023”, afirma el técnico del Consejo Regulador, Baltasar Alarcón, “y dentro de estas cifras, probablemente nos tengamos que mover a la baja según vayamos avanzando, pero digamos que porcentualmente hablando, podemos estar por debajo del 50% de la producción respecto a la pasada campaña, una campaña en la que ya estábamos por debajo de la media”.

Esta situación es debida a que está siendo el año en que el fruto menos está pesando por término medio, independientemente de que el olivar sea de secano o de riego, “los propios agricultores lo están comprobando conforme han ido realizando la recolección, encontrándose con menos kilogramos de los que esperaban en cada partida de aceituna llevada a las diferentes almazaras”.

Además, las mermas de las precipitaciones han influido decisivamente en el desarrollo del fruto, “esto ha provocado que  los agricultores se hayan planteado retrasar el comienzo de la recolección”, afirma el técnico del Consejo Regulador.

Ante esta situación, desde la Denominación de Origen Aceite Sierra de Cazorla se está asesorando y acompañando a los agricultores y almazaras para seguir trabajando en producir los mejores aceites posibles que puedan abastecer a las envasadoras de la Comarca.

               Calidad para defender en los mercados

El agricultor de la Comarca José Luis Marín afirma que “estamos en un año un poco atípico, en una Comarca que ha sido siempre muy productiva y muy reconocida por sus aceites, y lo seguirá siendo, pero es cierto que esta campaña, debido a las escasas lluvias, va a provocar que haya poca cosecha, por eso a esta preocupación se añade que, ante la merma de las precipitaciones, el año que viene también pueda reducirse la cosecha”.

Sin embargo, el sector coincide en que la calidad del producto no se verá afectada, “estamos intentando recoger lo mejor posible, empezando por los verdes, para que las cooperativas aprovechen al máximo esa calidad de los aceites y defenderlo lo mejor posible en los mercados”.